Tal y como sucede en el mundo del poker, el hecho de no tocar físicamente las cartas y tener frente a frente al rival, puede hacer que muchos rechacen formas virtuales de jugar a MtG. Dirán que la esencia del juego, o al menos una parte sustancial del mismo, reside en saber anticiparse al contrario, a saber “leer” qué es lo siguiente que puede hacer y qué tipo de tácticas sigue. Esto resulta más fácil si tenemos toda la información que nos ofrece el lenguaje corporal, algo que se pierde en las plataformas virtuales de juegos.
En Magic Online tenemos, al menos, rivales reales pero especialmente en la versión para consola o en la aplicación para móviles, desaparece la parte social del juego.
Sin embargo, desechar las versiones digitales de Magic sería un error. Hoy en día es muy raro encontrar a un jugador profesional de poker que no combine su participación en torneos con la práctica online del juego. Igual que un ciclista utiliza el gimnasio cuando no puede salir a entrenar con la bici, un amante de las cartas necesita practicar de alguna manera.
Siempre se puede seguir aprendiendo. En la propia web de Wizards, cuando se presenta la última versión de videojuego de Magic, el Magic 2014: Duels of the Planeswalkers, se “vende” como la manera ideal de iniciarse en el juego. Alguien que no sepa qué es ni cómo se juega a MtG puede encontrar en el juego digital la manera ideal de aprender a su ritmo, de descubrir las mejores tácticas e incluso desarrollar las suyas propias, familiarizarse con el lenguaje y las figuras, etc.

De nuevo encontramos una coincidencia entre la práctica de MtG y la del poker al decir que seguramente la mejor respuesta en el dilema MtG físico vs MtG digital, sea afirmar que son complementarios y no antagónicos.
A alguien que le apasione el poker soñará con jugar torneos contra los mejores del mundo e incluso ganar las World Series of Poker pero si no tiene ni idea de por dónde empezar, lo mejor es que comience utilizando simuladores digitales y rompa mano con el poker online antes pasar a las timbas semanales con los colegas, de ahí a los torneos regionales y poco a poco, con constancia y algo de talento, progresar a competiciones más grandes.
En definitiva, las versiones digitales de Magic no son menos Magic, sino que son parte del juego. Negar las ventajas que ofrece el hecho de poder practicar, aprender y desarrollar nuestra propia manera de jugar a nuestro ritmo y desde la comodidad de nuestro hogar, sería un error. Del mismo modo, quedarse sólo en eso –en nuestro hogar- también sería, para muchos, quedarse sin la guinda del pastel.