El fin del mundo está cerca, el momento que nadie deseaba que llegase, llegó. Escribo esto, mientras intento eliminar con suavidad las gotas de sudor que acompañan a mi teclado y me recuerdan amargamente, que el verano ha llegado. Esa parte del año en el que el mando del aire acondicionado se convierte en una extensión más de mi cuerpo y puedo sacar a pasear mi ropa "flashy" sin ningún tipo de pudor.

Por suerte, aparte de los colores chillones y el asfixiante calor, el verano trae consigo la vuelta algo que la gran parte de los jugadores de Magic esperan año tras año, la ansiada temporada de Modern.

Mucho se ha hablado ya del Goblin Chainwhirler y su excesivo poder en Standard. Incluso antes de la salida al mercado de Dominaria, ya nos adelantaba en plena pre-realease del plano más nostálgico de Magic, que el Goblin Chainwhirler era un gran error. Y pasados unos meses, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que el señor Davis llevaba toda razón en sus palabras.

Tras un par de años alejado de las pistas mis amigos Marc y David me convencieron para preparar un GP de Tríos (el de Madrid 2017) y con algo de suerte en ese camino logré ganar un PPTQ con una Mono roja, un torneo que no preparé demasiado pero en el que la suerte me acompañó.