Parece fácil de decir, pero el hecho es que 2227 jugadores se reunieron para jugar el Grand Prix: Madrid 2010. Esto significa 266 jugadores más (13.6%) que el record anterior, GP: París 2009, y en este caso el récord será difícil de superar. Este torneo quedará para siempre en la memoria, ya que estas cifras son sencillamente sorprendentes. Pero hablaré sobre ésto luego... hubo más en el GP que la simple asistencia.
El largo y duro fin de semana comenzó el viernes con un almuerzo-reunión de jueces, como una especie de fiesta de bienvenida para la invasión italiana de jueces que llegaba a costas españoles. Obviamente también se dieron cita otras nacionalidades de toda Europa, e incluso hubo gente de Norte y Sudamérica: John Alderfer de Pennsylvania, USA, y Alejandro Raggio, desde Argentina, saltaron el charco para unirse a este legendario evento. Alejandro y John, ¡sois geniales!
Por la tarde bajamos al centro de la ciudad, al sitio del torneo. La acostumbrada Reunión de Jueces vino seguida de una bien establecida tradición en los GPs europeos: la cena de jueces. En estas ocasiones, todo el mundo del staff trae comida o bebida de su país de origen, y simplemente quitamos unos tapetes y números de mesa para disfrutar del banquete. El resultado es siempre asombroso, con multitud de muestras de la gastronomía de cada país. Un favorito intemporal es el queso holandés y la bresaola italiana, pero también se oyen elogios hacia el chorizo español.
"No puede ser, esto no puede suceder"
Jurgen Baert, Andreas Q. Jepsen y Tobias Fjellander se quedaron en mi casa, y cuando nosotros cuatro llegamos temprano el sábado por la mañana, sólo estaba allí la gente de seguridad, ajena a lo que se avecinaba. Cuando se abrió el registro, había una multitud de cerca de 200 personas esperando fuera. Una hora más tarde, habíamos registrado a esos 200 jugadores, y la cola serpenteaba por todo el parque donde estaba el pabellón del torneo, y casi rodeaba el edificio. El registro estuvo abierto durante un total de 4 horas y media, lo que quiere decir que registramos a 8.25 personas por minuto, de media.
Los cuatro HJs del GP: Madrid:
Durante el día 1 se me asignó el equipo de Papers 1, en el lado azul, con John Alderfer como Jefe de Equipo. Lo primero que tuvimos que hacer fue disponer los números de mesa. Y luego rehacerlos. Y luego rehacerlos de nuevo. Como la asistencia esperada cambiaba a lo largo de la mañana, la distribución del lugar del torneo tenía que ir cambiando igualmente para acomodar a todos, y el equipo de Paper 2, liderado por Jens Strohaeker, se unió a nosotros en la complicada tarea de redistribuir los números de mesa, todo ello en una sala llena a reventar. Después de ello, nos dedicamos a colocar los pairings. Atravesábamos la habitación durante cada ronda para colgar los emparejamientos, batallando contra la turba de jugadores que esperaban. Al parecer nadie resultó herido, aunque mi chapa identificadora se perdió en el tumulto. Afortunadamente, un jugador la devolvió a la mesa de jueces.
Tenía una responsabilidad adicional durante el fin de semana: el Blog de Jueces.
Es una herramienta que da información de lo que ocurre durante el torneo desde la perspectiva de los jueces. Estos blogs están dirigidos a aquellos árbitros que no asisten al evento, dando así cobertura del torneo centrándose en aquellos sucesos que normalmente no aparecen en el coverage oficial de Wizards. Se trata de una tarea muy exigente, ya que no solo arbitras igual que los demás, también tienes que preparar una lista de temas y asegurarte de que son cubiertos. Es una satisfacción verdaderamente, y la parte buena es que el blog te permite interactuar con más miembros del staff de lo que sería normal.
El día 1 terminó, finalmente. Alrededor de la medianoche, después de nueve rondas de Legacy, habíamos acabado. Me dirigí a casa para una muy necesaria noche de sueño.
De nuevo estaba en el equipo de Papers en el main event durante el día 2. Menos jugadores significa también menos jueces, pero también había Eventos Públicos. Los más relevantes eran un PTQ para San Juan, con 300 jugadores más o menos, y un torneo de Vintage con un Pack completo de premio, con 170 jugadores.
El GP: Madrid sorprendentemente fue un evento muy tranquilo en lo que a reglas complicadas se refiere. En todo caso, hubo algunas interesantes; un jugador se sorprendía de que un Circle of Protection: Red pudiera detener a su Progenitus. Sin embargo, la protección contra todo (C.R. 702.14i) no impide que alguien nombre a Progenitus como fuente de daño. En otra partida, Arttu Kaipiainen tuvo que decirle a un jugador que hiciera otra elección, ya que Leyline of the Void + Helm of Obedience resulta en toda la biblioteca exiliada, INCLUSO si tienes una Wheel of Sun and Moon encantándote. Puedes elegir poner la carta en el fondo de tu biblioteca con Wheel of Sun and Moon en vez de removerla del juego (C.R. 616.1); sin embargo, el Casco todavía no ha visto las cartas del cementerio y eventualmente tendrás que exiliar todas las cartas para detener el bucle (C.R. 104.4b and 713.3.). Otro jugador intentó contrarrestar un Wasteland con un Red Elemental Blast, bajo un Painter's Servant nombrando azul. Las tierras no son hechizos, así que esto no funciona (C.R. 111.1 y 305.1.). Después de esto, el jugador leyó la carta con más cuidado y procedió a destruir el Erial mientras estaba en el campo de batalla. Con City of Traitors puedes apilar las habilidades disparadas de manera que sacrificas primero la Ciudad por la habilidad de la Sima, y luego, bueno, luego ya no te importa mucho la disparada de la Ciudad, ya que ya ha sido sacrificada (C.R. 603.3b.). Y luego en el PTQ, un Extirpate no pudo eliminar un Punishing Fire; en respuesta al hechizo con split second, puedes jugar la habilidad de maná del Grove of the Burnwillows, dando al oponente una vida y disparando así el Punishing Fire, que es apilado encima del Extirpate (702.58b.). La última llega del torneo de 2HG; Roberto González fue preguntado en dos mesas diferentes sobre la efectividad de Luminarch Ascension en una partida de 2HG. Hubo algo de debate entre los jueces de la sala; si un jugador controla la Ascensión y sólo su compañero de equipo sufre daño durante el turno, sólo el total de vidas del compañero será afectido. Por supuesto, el total de vidas del equipo será cambiado, pero sólo se considera que ha recibido daño un jugador. (C.R. 806.10.).
El día llegaba a su fin y John Alderfer, el HJ del PTQ (se suponía que iba a ser Arnaud Bourdoux, pero tuvo una tremenda faringitis, y le era casi imposible hablar) necesitaba un traductor de castellano para una investigación de un posible fraude de un jugador español.
Aunque no puedo entrar en detalle, hay algo que sí puedo deciros: es de vital importancia que os comuniquéis con claridad. Durante las partidas, aseguraos de que os comunicáis con claridad. Aseguraos de anunciar claramente en qué Fase o Paso estáis, a la hora de jugar vuestras cartas. Esto evitará malentendidos y os mantendrá fuera de líos. En todo caso, si finalmente tenéis algún problema, una comunicación clara ayuda a los jueces a saber qué pasó en verdad, y así nos aseguramos de dar un ruling justo.
Para terminar este report, el hecho más importante del GP: tuvimos toneladas de diversión, y dejadme citar a Jaap Brouwer en DCI Family:
"He mirado por encima la lista de jueces y OMG, la experiencia combinada del staff vale un PT. No voy a desearos Buena Suerte, porque con este staff no os hará falta... en realidad diré, pasadlo bien!"
Lo pasamos genial, y tenemos pruebas!
Abajo, I a D: Gabrielle Politi, Stelios Kargotis, Gianluigi Tognon, John Alderfer, Jorge Sirvent y Kepa Arrieta
Las señales en la puerta tras los jueces decían "¡Mantened la puerta cerrada!" en más idiomas distintos de los que puedo contar. Lo que sí sé que es que los jueces que asistieron al GP Madrid venían de 19 países distintos. Sí, algunos árbitros afirman tener más de una nacionalidad
También tenemos un pequeño vídeo musical, editado y grabado durante el GP. Captura la atmósfera del torneo y retrata la atmósfera de amistad entre los jueces. Espero que disfrutéis viéndolo tanto como yo haciéndolo.