Banner Central

Cambio de Paradigma // Batallas // Madurar

¡Buenas a todos! Cuando escribo esto es sábado por la tarde. Vengo justo ahora de perder en semifinales de otro PrePTQ. Dentro de lo que cabe ha estado bien: ha ganado Luis, a quien también le tocaba ganar. Menuda temporada lleva - ha sido padre de una niña preciosa hace 3 semanas, y eso sí que es una verdadera victoria.

No. Hoy no voy a hablaros de los Mundiales del finde pasado, ni de la lista que va a dar la sorpresa en el GP de Madrid. Hoy quiero volver a lo que fue esto cuando empezó, hace ya casi 8 años - nada más y nada menos que un blog personal donde mi idea era poner cualesquiera cosas que se me fueran ocurriendo, fuesen o no relacionadas con el juego. Lo cierto es que desde hace 4 meses todo ha cambiado de sopetón, y lo que antes parecía ser la cosa más importante del mundo ya no lo es tanto. En los últimos tiempos le he pedido al juez que ahorrase a mi oponente el GL por Tardiness que le correspondía, o me he negado a aceptar concesiones, o le he hecho ver a mi oponente que no tenía la partida perdida, antes bien, tenía la jugada correcta delante de mis narices, o he propuesto repartos de premios que resultaban en menos premios para mí. Sé que lo que quedará de mí cuando ya no juegue será la leyenda del Gut Shot; si bien me sigue pareciendo una de mis mejores jugadas en los 22 años que llevo gutgirando cartones - pero ahora simplemente he perdido el ansia por ganar, por hacerlo bien.

¿Sabéis esa sensación a la que me refiero? Cuando pierdes por liarla parece lo peor del mundo pero cuando ganas te da igual todo y no le ves la gracia.

Y es que lo que echo de menos es algo que probablemente haya partido para no volver. Echo de menos el Magic de cuando yo empecé - cuando simplemente agarrabas todas las cartas que pillabas por casa en dos colores, metías un taco de tierras de aproximadamente la mitad de altura que las cartas en cuestión, y ya estabas listo para jugar. Cada partida era un descubrimiento; en aquellos tiempos sin Internet y sin apenas revistas, no teníamos ni idea de qué cartas existían. Aun recuerdo a Santiago, uno de los 'oldies' de Alcorcón, cuando le vi jugar un Ornithopter por 0 manás; yo no podía creerme que existiese una carta por 0 manás, y conceptos como el coste de oportunidad de cada carta en el mazo estaban lejanísimos.

O las partidas en los bajos de mi bloque (Dios, qué frío pasábamos) - eran partidas multijugador, con una interpretación muy sui generis de las reglas (por ejemplo, podíamos jugar un Storm Seeker en medio de la resolución de un Brainstorm, precisamente después de robar 3 cartas y antes de dejar 2 en la parte superior de la biblioteca). Cuando leo ahora que en las partidas de Commander tiene mucha preponderancia la parte de política, de no parecer una amenaza, me acuerdo de aquellas partidas - muchas veces alguien era atacado por un simple Llanowar Elves y, por hacer la gracia, el resto de los que estábamos allí empezábamos a jugarle Blood Lust y Giant Growths hasta conseguir matar al pobre jugador atacado.

Cuando intento recuperar la inocencia y la diversión de aquellas partidas primitivas a veces me fijo en los mazos de OldSchool; son precisamente las cartas con las que el Miguelín de primeros de los noventa empezó a jugar. Pero veo que también ahí han dado lugar ya a un metajuego establecido, con sus tiers y demás. Pienso que tal vez Internet lo ha echado todo a perder (bien pensado seguramente no sea mejor ni peor, simplemente distinto) - pero lo más probable es que no tenga nostalgia de aquel juego sino de mis años jóvenes, al verme ahora con 36 años y habiendo aprendido de golpe y por las malas cuál es el verdadero orden de prioridades en la vida. Al fin y al cabo eso es crecer y madurar, supongo. Es ley de vida, y esos años no volverán.

Así que supongo que no queda otra que mirar hacia delante - al fin y al cabo la vida es esto, y todas las vidas tienen sus cosas buenas y sus cosas menos buenas. Como dice mi amiguete Luis "antes no ganaba PrePTQs pero desde que soy padre 100% de efectividad". Yo todavía no lo soy, ni tampoco estoy en proceso de serlo, pero sí tengo ganas de sentarme algún día con un@ hij@ y explicarle las batallitas de cada una de las cartas: el Gut Shot firmado por toda la gente de Itaca, el Lightning Angel firmado por Nacho Higueras, las famosas City of Brass que usaba al no tener dinero para tierras dobles ni painlands (y con las que Dani Mencía me ganaba ayudado por sus Rishadan Port), los Arcbound Ravager que un Miguel universitario y más pobre que las ratas hubo de pagar a plazos en el verano de 2004... podría empezar a contar historias y no parar.

Porque, a fin de cuentas, este fue el origen de esta humilde página. Contar historias, a poder ser sin parar. Pase lo que pase. Cuando ganábamos torneos, y cuando la única victoria a la que uno aspira es simplemente poder evadirse durante los pocos minutos que tarda en escribir esto mientras se frustra por no ser capaz de transmitir lo que uno siente.

Gracias por estar ahí, y por leernos. Y ahora: continúen jugando.

 

Considera dar soporte a nuestro esfuerzo:  Patreon