Hola a todos de nuevo. La semana pasada os comentaba cómo iba a enfocar el RPTQ que había en Madrid este domingo. Contra todas las expectativas, me llevé la plaza. Como toda buena historia, merece un principio, y también un final, así que allá voy.
El Jueves por la tarde, tenía montada la 4C Agrupar a los ancestros para jugarla en el RPTQ. Torneo que tenía abandonado hasta ese día, ya que estaba gastando el tiempo que tenía testeando Modern para el GP Bolonia. Algunos jugadores habituales de Estándar me avisaron de que era un deck endiabladamente difícil de jugar. Sinceramente, hasta entonces le había dedicado unas 10-15 partidas... Así que, dejando de lado mi experimento para Bolonia, cogí el mazo para echarme unas cuantas partidas.
El resultado fue desastroso.
Siempre me gusta jugar barajas difíciles. No me gustan las cosas fáciles. Ni en Magic, ni en nada. A veces es un error estratégico, pero la mayoría de las veces, la dificultad viene unida de la mano junto a la virtud. La virtud de la Agrupar a los ancestros es la fortaleza: tienes la partida primera contra cualquier pairing ganada casi al 100%.
El problema es que no me sabía las cartas. El Jueves sufrí mucho para ganar incluso las partidas sin banquillo, por mi desconocimiento e inexperiencia. Vi claramente que el deck excedía mi capacidad totalmente, y que iba a ser un nuevo hito en mis estampadas en los RPTQs.
El Viernes decidí que a falta de dos días no me iba a estresar. Dado que nunca había conseguido ganar ni siquiera una sola partida en un RPTQ (todos 0-2 drop y 0-2 en partidas) y el listón no estaba muy alto, era mejor que me concentrase en Modern y que me jugase el Sábado la Agrupar a los ancestros a ver qué tal funcionaba y si aprendía algo.
El Sábado me fui con la 4C Agrupar a los ancestros al BOM de Madrid. Desde el Jueves había estado pensando en que la baraja era muy buena sin banquillo, pero que había que meter demasiadas cartas malas de side para seguir ganando las siguientes. Llevar Esfumar, Coacciones, Tajo Asesino y Merodeador bolsa de carne me parecía muy triste. La fortaleza del deck eran las criaturas, y las segundas y terceras partidas las perdía por la inconsistencia del plan.
Como odio jugar cartas malas y sin sentido en un banquillo, decidí que de perdidos al río, y cogiendo una Abzan que Ricardo Sánchez había dejado tirada por mi casa unos días antes, planee este engendro:
La novedad respecto a otras barajas de Agrupar a los ancestros es que llevo Anafenzas de base; sólo 3 Agrupar a los ancestros; y de banquillo llevo todo mazas para hacer un cambio en las partidas 2 y 3 de todos los pairings y pasar a una estrategia más midrange.
Siempre me han encantado los banquillos transformativos y creo que son una idea generalmente buena -a la par que arriesgada- porque la gente no los conoce. Cuando no tienes nada que perder, al menos te lo pasas bien jugando y viendo como los rivales se comen cartas como Esfumar o Luz De Luna Consagrada en la mano.
He de reconocer que la mayoría de las veces que lo he hecho no me ha funcionado, pero en esta ocasión me parecía que podía combatir mejor el hate de esta forma. Además, los mazos de midrange iban a gastar los recursos de forma equivocada y eso me iba a dar partidas. Me gustaría poder deciros que detrás hubo un gran testeo, o que cada slot fue fruto de una larga diatriba y estudio, pero no fue así. Hablé con Daniel Martínez del banquilleo que hacía (transformista también, pero más conservador) y simplemente decidí darle una vuelta de tuerca más.
Ajusté la base de maná porque necesitaba curvar las Anafenzas, los Rhinos y los Gideons y me fui con el deck el Sábado, oliéndome una estampada.
Los resultados no fueron malos, hice x-1-2 tras conceder a un rival porque no podía jugarme el top entero. El deck emitió buenas vibraciones. El plan de las partidas 2 y 3 parecía ser un éxito, con highlights como ver a mi rival jugándome un Infinite Obliteration a Zulaport Cutthroat y encontrando muchos Rinos y pocos Zulaport. O un Asar a un Catacomb Sifter y ver como a la vuelta se comían un Rino.
Sin embargo, no me sabía bien las cartas y en la ronda 2 ya llevaba cuatro warnings. Tenía que jugar con mucha concentración para no cometer errores, o tener rivales permisivos que me permitiesen corregir mis errores de novato. Dado que el Domingo esperaba un perfil de jugador bastante poco proclive a perdonar warnings, decidí que sería mejor jugarme el Modern el Domingo, y así testear para Bolonia mi experimento (del que os hablaré la semana que viene).
El Sábado por la noche, desmonté la baraja y monté la de Modern, apunté la lista y me fui a dormir. Iba a dejar de jugar un RPTQ porque no tenía ninguna esperanza de hacerlo medio bien. En primer lugar, por mi falta de conocimiento del deck (aunque había sido subsanado en parte ese sábado.) En segundo lugar, porque era una locura de difícil de jugar y en un RPTQ nunca había conseguido ganar ni una partida, ni jugando barajas que tenía quemadísimas. Tercero, porque me apetecía probar el deck que iba a jugar en Bolonia, después de haber trabajado tanto en él.
Hablé con algunos amigos, y todos al final me dieron la razón, menos Miguel Castro y Esther Trujillo. Estaba claro que tenía que jugarme el Modern.
El Domingo por la mañana salí de Avenida de América a las 08:45. El torneo era a las 09:30 y el RPTQ era a las 10:00. Tras hora y media perdidos en coche haciendo turismo por Coslada y por paisajes dignos de una tercera temporada de True Detective, llegamos al torneo... pero como no llegaba al Modern decidí jugar el de Estándar. Remonté la baraja y enfundé todo de nuevo medio vomitando y más mareado que un pulpo en una lavadora.
Empiezo con un empate contra Jeskai Black, y con 0 warnings, seguido de 4 victorias contra mirrors y una Mardu Green. Al llevar Anafenzas de base, la mayoría de los mirrors se convierten en un auténtico paseo militar.
Después pierdo contra Mardu Eldrazi y la última gano a Eldrazi Monoblue para hacer el top más inesperado de mi vida. La estrategia ha funcionado a la perfección y la cantidad de rondas que me dan Sorin, Gideon y compañía son muchísimas. La mayoría de las rondas son 2-0 a mi favor, evitando así que los warnings se me acumulen.
Algunos highlights:
- Ganar a Mardu cuando en la partida 2 se cicla 2 Luz De Luna Consagrada, al ver cómo se le está yendo la partida poco a poco.
- En el mirror, mi oponente me concede con 3 cartas en la mano, de los cuales 2 eran Esfumar.
- Ganar a Eldrazi
tras jugarle 2 Rhinos seguidos y ver como mi rival arroja un Negación Terca que tenía en mano, totalmente inútil.
En el top jugué contra Bant Company. ¡Después de tres partidas muy intensas, consigo ganar y clasificarme para el PTQ de Madrid! Me pilla en mitad de exámenes, pero intentaré quitarme la espina clavada que tengo de Washington el año pasado.
Los banquilleos que hice, que es lo que os interesa supongo, fueron:
Contra el mirror
Me quito
por
Contra Jeskai Black
Me quito
Meto, saliendo él
ó
saliendo yo.
Contra Bant Company
Si veo que en la primera partida, que suele ser un bye, llevan muchas Danzarinas o muchos counters, en la segunda hago la transformación completa.
Quito
y meto
Aquí ni me planteo meter los Esfumar, porque sé que voy a perder cualquier guerra de counters que haga.
En un principio, así banquilleo. Hay muchos cambios que, dependiendo de las cartas que vea que me juegan, haría o no.
Si me juega un Infinite Obliteration y se ve toda la transformación, es mejor en la tercera intentar arriesgarse a que se lo ha quitado todo y volver el plan del Agrupar a los ancestros, que sin odio es imparable.
Si veo que lleva muchas Danzarinas y en la segunda no veo ninguna, igual vuelvo a meter algún Agrupar a los ancestros. Lo malo -y lo bueno- de estos banquillos es que tienes que estar muy pendiente de cómo orienta el rival las partidas y cómo piensa que ha de combatirte, porque gran parte de jugar tu propio deck es saber anticiparte a sus ideas.
En la final, por ejemplo, después de estancarme en la primera y ganarle la segunda sin problemas; gracias a los Caminantes y los Rinos, que se comen a las Danzarinas, sé que en la tercera igual prescinde de éstas. Además, los Esfumar se los va a pensar más, así que decido meter un Agrupar a los ancestros de vuelta y los Zulaport. Prescindo de algún Rino, que son carne de cañón para los Ojutai's Command, que sé que se va a volver a meter. En ese punto vi que sus Collected iban a dejar de ser tan buenas, porque iba a quitarse más de 5 criaturas, y decidí quitarme los removals. Jace me daba exactamente igual, porque sólo podía hacer flashblacks a Collecteds semiaguadas.
Efectivamente, mi rival acaba jugándome 7 Collecteds en una partida y nunca consigue bajarme de las 30 vidas, mientras que mis Zulaport van limando las suyas poco a poco, hasta que encuentro el Nantuko y vuelo la mesa para el win final.
Espero que os haya gustado mi report, que comentéis mucho dándome vuestras opiniones de la baraja y de los posibles cambios que habría que hacer en el side. Nos vemos la semana que viene, con mi report del GP Bolonia.